Construyendo Puentes Azules quiere contarte que... reflexionar sobre qué tipo de escuela/sociedad da cabida a
tod@s es algo imprescindible; no sólo para los docentes (agentes importante en formar personas activas/independientes del futuro/presente) si no para cualquier agente social, pues
tod@s somos protagonistas activos de la sociedad en la que vivimos.
Los artículos sobre los que se nos proponen reflexionar nos ayudan a comprender y a abogar por una sociedad/escuela para
tod@s sustentada en pilares sencillamente entendibles ( significatividad, igualdad, interdisciplinariedad, agentes activos en sociedad...) pero difícilmente llevados a la práctica social.
Hagamos un reflexión sobre ambos artículos
"Una escuela para Juan" (Arbea y Tamarit, 1999)
El artículo no tiene una coma que no sea aprovechable para mejorar las condiciones en que nuestros escolares, en general, y los alumnos con TGD, en particular, se desarrollan en nuestras aulas.
Todos los principios que se recogen (significatividad de aprendizajes, autodirección, autodesarrollo participación de las familias...) son aspectos beneficiosos para
tod@s, ¿por qué los vemos tan obvios para los alumnos/personas "normotípicos" y no para los alumnos/personas con TGD? Son preguntas que me hago y , en muchas ocasiones, no entiendo.
Estoy cansada de leer artículos donde se destacan los principios que optimizan la educación de las personas con necesidades educativas especiales y, si prestamos atención, son medidas igualmente beneficiosas para el resto de escolares, ¿por qué no las asumimos?
Para mi la clave está en que en nuestras escuelas seguimos inmersos en la concepción de que los docentes somos transmisores de conceptos/procedimientos (lectura, escrituras, numeración, geografía...). Es cierto, que somos maestros y, como tal, debemos trasladar unos aprendizajes básicos pero no es menos cierto que si paralelamente a ello transmitiésemos una educación dirigida a la autorregulación, expresión de sentimientos/emociones, conocimiento de uno mismo... el acceso a los enseñanzas tradicionales sería más fácil y también estaríamos formando seres activos con capacidades comunicativas/reflexivas. Una escuela sustentada en estos principios daría cabida a
tod@s.
En ocasiones, algún compañero me pregunta: "¿En tu clase aprenden a leer o no llegan a eso?" Tras no dejar ver la "ira" que sale por los poros de mi piel ( y conste que no peguntan con intención malicioso si no desde la ignorancia del no saber) les contesto: "En mi clase se aprende a leer cuando los
alumn@s pueden a acceder a ese objetivo pero se aprende algo mucho más importante, a ser personas activas y a ello pueden acceder
tod@s" Tras ello, si sienten más curiosidad y me preguntan suelo argumentarles que en mi aula hay tres pilares básicos: acceso a la comunicación, puesta en práctica de habilidades sociales y autonomía personal; coincidiendo con lo que se expone en el artículo que nos ocupa.
"Modelos educativos para una vida de calidad" ( Tamarit, 2005)
Para mí este artículo se resume en utilizar/interiorizar el término "Personas con Autismo" en vez de "Autistas". La primera expresión pone el énfasis en: "Soy una persona con mis características propias como tal y, además en segundo término, tengo otras necesidades que vienen derivadas de ser una persona con autismo". La segunda expresión se centra en: "Mis características como autista están por encima de mis necesidades/derechos como persona"
Si la visión que tenemos sobre de las personas con autismo asumiese/respetase que ante todo SOMOS PERSONAS que se desarrollan en sociedad aquellas visiones que priman lo asistencial, médico... quedarían obsoletas. Lo más aceptable para atender a las necesidades de cualquier persona es un equilibrio entre lo médico, lo educativo y lo social.